Cuando Holbein apareció hace cuarenta días tras su batalla con los sarracenos, estaba profundamente transformado. Llevaba una armadura extraña que juraba haber forjado con sus propias manos, bajo los comandos del Señor. Dios, me ha asignado una nueva misión; erradicar a los infieles del Infierno.
Las miniaturas se suministran sin pintar, y pueden requerir montaje.
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